Nuestro compañero Minchi acaba de terminar la charla sobre bullying en el Colegio Calasanz y, emocionado, nos cuenta dos detalles a tener en cuenta, que resumen muy bien la experiencia:

  • Los chavales que asistían a la charla participaron activamente y, al terminar, se liaron a hacer preguntas hasta el punto de pasarse, por bastante, del tiempo programado. Los profesores, viendo el interés de los jóvenes, les dejaron continuar hasta que saciaron completamente su curiosidad. Como Minchi disfruta de ello, ¡ningún problema!
  • Los alumnos despidieron a Minchi con una gran ovación.

¿Cómo no nos vamos a emocionar cuando chavales de esa edad, con los que siempre parece complicado conectar, reconocen de esa manera tu labor? ¡Buen trabajo, Minchi!